VIDEO: Niño coreano conmueve las redes al expresar su soledad y necesidad de atención

El vídeo ha generado un profundo diálogo sobre la agitada rutina de los adultos, quienes a menudo se ven obligados a separarse de sus hijos debido a las exigencias laborales.

En Corea del Sur, la labor intensiva, el ritmo de vida acelerado y la escasa empatía están emergiendo como factores que impactan directamente en la infancia. A pesar del impresionante progreso tecnológico del país, se observa un vacío significativo en cuestiones sociales relacionadas con el cuidado de los niños.

Este vacío se ilustra de manera conmovedora a través de Geum Ji Eun, un niño surcoreano que compartió su experiencia y reveló sentimientos de tristeza y abandono en relación con sus padres.

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En el programa Golden Kids, Geum Ji Eun compartió detalles íntimos sobre su vida junto a sus padres y su hermana pequeña.

Reveló que experimenta regularmente sentimientos de soledad, temor hacia su padre y la creencia de que su madre no lo quiere.

"Me siento solo en casa. No hay nadie con quien jugar", expresó, antes de abordar el tema de su padre: "Me asusta cuando se enoja, y siempre espero que me llame de manera afectuosa". Sobre su madre, manifestó: "Siento que no le agrado. Ella nunca me escucha".

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Mientras el niño relata sus experiencias, la cámara capta los rostros desencajados y visiblemente tristes de sus padres al escuchar las palabras de su hijo.

Posteriormente, en la pantalla de televisión, se representa una escena que ilustra la ansiedad y el miedo que puede experimentar un niño como Geum Ji Eun al no tener a su madre cerca. Varios factores contribuyen a que el niño se sienta desatendido: la atención se concentra ahora en gran medida en la bebé, a veces se interpreta su comportamiento como un simple berrinche, pero en realidad refleja el temor del pequeño a enfrentarse a la sociedad y la falta de presencia materna cuando más la necesita.

Los analistas que evaluaron el programa de televisión coreano destacaron estas cuestiones. Observaron que el niño simplemente anhela jugar, sentirse protegido y ser escuchado, necesidades humanas fundamentales. Sin embargo, debido a la falta de atención de los padres, estos deseos no satisfechos desencadenan síntomas de depresión en el pequeño.