Esta es la respuesta que una camarera le da al insulta que le hace una celosa mujer.
Hoy te traemos la historia de una camarera que, haciendo un chiste, hizo reír a uno de los comensales de la mesa que le tocó atender. Sin embargo, esto no resultó gracioso para la esposa de dicho comensal, quien se sintió invadida por los celos. Este incidente tuvo lugar en un restaurante de Centerville, Ohio, al que una pareja decidió acudir durante su luna de miel y fueron atendidos por Jessica Morris.
A lo largo de la noche, Jessica hizo reír constantemente al esposo de esta mujer, a quien no le agradó en absoluto el comportamiento de la camarera. Debido a esto, en lugar de dejar la propina habitual, la esposa optó por dejar una nota que decía: "Buena suerte consiguiendo tu propio esposo, él es MÍO".
Sin embargo, Jessica no se quedó callada ante este insulto. Decidió responder de una manera que se volvió viral en las redes sociales.
Al no tolerar el trato recibido por parte de la mujer celosa, Jessica desahogó sus sentimientos en su cuenta de Facebook a través de una publicación que se compartió un millón de veces. El mensaje decía así:
"Querida Jenny: me gustaría que sepas que, de hecho, TENGO UN ESPOSO, y resulta que es el camarero que atendía las mesas junto a las mías, con quien mantenía una conversación amigable durante tu visita al restaurante donde trabajamos.
Tengo un esposo que, de hecho, es mucho más guapo que el tuyo, y lo conseguí por mérito propio. Además, lamento profundamente que tu esposo te haya llevado a un restaurante en lugar de un yate, como lo hizo el mío en nuestra luna de miel.
Mi esposo jamás permitiría que me sienta tan miserable como para escribir una nota tan desagradable a una completa desconocida.
Por lo tanto, Jenny, me gustaría ofrecerte un consejo sincero. Tu inseguridad es palpable. Deberías sentirte orgullosa de la relación que tienes con tu esposo y, sobre todo, de ti misma. De esta manera, no sentirás la necesidad de menospreciar a otras mujeres para mantener tu dignidad, especialmente a una camarera cuyo salario depende de las propinas que recibe y que utiliza para ayudar a su esposo y a ella misma a pagar sus deudas."
Puedo también dejarte esta lapicera como obsequio, de parte de una mujer casada a la otra.
PD: quizás la próxima vez que visites nuestro lugar de trabajo, podrías elegir sentarte en la sección de mi marido, de esa manera no tendrás que preocuparte que una moza «coquetee» con tu marido. Quizás quiera traer también tus lente y ver con mejor claridad su anillo ya que no lograste ver el mío.
Atentamente: Jessica, la mujer a la que decidiste humillar por pensar algo tan ridículo como que yo podría querer romper la relación de una pareja casada.»
